Esto de los autos antigüos, se lo debo a un gran amigo, Toño Coutiño, hoy perdido en la práctica del litigio; él en un enredo de copas, obviamente de alcohol, me llevó a la casa abandonada de su tio.En el jardín-cochera, quemado por el sol, empanizado de polvo, un Renault Floride que alguna vez debió ser rojo, increible!! fué amor a primera vista, le rogué por años (entonces corría 1994) para que le dijera al tio que me lo vendiera; sin embargo los ruegos fueron inútiles, a decir verdad creo que nunca le dijo, finalmente alguién más se me adelantó.
Desde ese momento me mantuve observante de estos autos, yo no sabía que Renault había tenido un descapotable, conocía el Dinalpine, al Dauphine, al 12, el 5, por supuesto el famoso 8, y hasta el más o menos raro 4, ¿pero un descapotable? (su historia se encuentra en otra entrada de este blog).
Y así pasaron los años, prácticamente 10, hasta que en segundamano, lo ví, lo seguí y compré totalmente desarmado, he llegado a pensar que esta salado!, la verdad pagué con él la novatada, con muchísimos faltantes de piezas, adapataciones horribles, e inexactitudes de diversos tipos; pasando de los mecánicos transas, a las piezas caras y usadas, así transcurrieron dos años, hasta que se movió por primera vez, para pasar en la cochera un año más, y en un taller de hojalatería uno adicional.
Sirva ésto para entender que, gracias a este tortuoso camino, surgió la idea de Garage Francés, no hay mal que por bien no venga, nadie te trata en serio, sólo te sacan dinero; o bien, quién sí sabe se vende muy caro, llámense mecanicos, eléctricos, y vestidores. Tímo tras tímo, y decidí hacerlo yo mismo.
Como todo en la vida desde el kinder, es necesario hacerse de libros, leer y leer, primero aprender mecánica en la teoría; luego conseguir los manuales del auto según el fabricante, después comprar poco a poco y con mucha paciencia, las piezas originales y nuevas, les aseguro todavía hay de todo, y siempre a mejor precio que en los tianguis del museo del automóvil o de los supuestos especialistas de esos lugares.
Lo que te dá el empujón a meterle mano al motor, es que nadie lo quiere hacer, pues mejor lo descompones tú, al fin y al cabo, si algo sale más, pagarás a quien sí sepa lo que te pida. Lo sorprendente , ese es el momento en el que le pierdes el miedo, y ves que funciona.
Regresando a la colección de autos de Garage Francés, el Floride después de cinco años, podrá andar la segunda semana de marzo de 2010; siguiendo con los autos del inventario, el siguiente auto adquirido fue un R4F.
El R4F "Furgoneta", 1968, como todos es producto de la casualidad y la suerte, visto desde el ventanal de una peluquería en la Del Valle, lo compré y lo llevé andando, funcionó desde el principio, y fué utilizado por casi tres años como panera en el negocio de mi padre, hasta que por falta de mantenimiento de mi progenitor, terminó parado en el Garage.
Casi simultaneamente que el R4F, encontré en el Aviso Oportuno del Universal, un R4L Sedan 1971, en Acolman, también andando de color verde pesero!, que entró al Garage y lo abandonó por la compra que me hizo mi hermano, aunque regresó al Garage, chocado y casi inservible, ahora se encuentra en espera de turno para reparación mayor.
En alguna parte del 2005, encontre en Tlahuac, en un deshuesadero otro R4L 1975, que fue transportado al Garage para despiece para la reconstrucción y refacciones de los otros dos R4.
2007, fue el ingreso del R5TL 1977, encontrado en buenas condiciones a través de un anuncio en Mercado Libre, fue el penúltimo en entrar, actualmente se encuentra en reparación profunda, para dejarlo listo para sus placas de auto antigüo, será color mandarina.
De estos autos, se compone el Garage Francés, las refacciones que ofrezco, son el cúmulo de más de cinco años de búsqueda asidua, el 90% tiene origen europeo y el 10% argentino, en otra ocasión les comentaré de esos detalles.
Hasta la próxima.